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& PASO A PASO SIGLO XXI &

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sábado, 11 de octubre de 2014

MAS CORRUPCION POLITICA EN ESPAÑA


Tarjetas 'black' a costa de los contribuyentes


El nuevo episodio que nos ofrece el culebrón de las cajas de ahorros españolas tiene como protagonista a la antigua Caja Madrid y vuelve a poner en tela de juicio la labor que han realizado algunos directivos y el papel del Banco de España a la hora de controlar la presunta existencia de tarjetas de crédito con límites desorbitados que no constaban, al parecer, en los registros contables relativos al coste de personal o gastos de representación.
La investigación sobre las denominadas tarjetas "black" o "fantasma" forman parte del sumario del Caso Bankia que instruye el juez Andreu en la Audiencia Nacional y que ha dado lugar a una pieza separada en la que el magistrado ha imputado al ex presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, al ex presidente de Bankia, Rodrigo Rato, así como al ex director general de Caja Madrid, Ildefonso Sánchez Barcoj.
Según revela el sumario, 86 consejeros y directivos de la entidad financiera habrían gastado 15.5 millones de euros entre 2003 y 2012 en gastos sin justificar, llegando incluso a producirse supuestas retiradas de efectivo en grandes cantidades, gastos en joyas, viajes, safaris y otros productos de lujo que poco tienen que ver con la actividad laboral de un gestor de una caja de ahorros.
Más allá de la indignación que provoca este tipo de noticias, la clave está ahora en determinar si existe un delito de apropiación indebida, es decir, si los usuarios de esas tarjetas se beneficiaron de las mismas al margen de la normativa retributiva de la entidad. De hecho, cuatro de los directivos de Bankia, entre los que se encuentra su ex presidente Rodrigo Rato, han devuelto el dinero, lo que supone una admisión tácita de que el dinero pudo haber sido gastado de forma irregular.
La otra posibilidad es que no se trate de apropiación indebida, en cuyo caso estaríamos presuntamente ante remuneraciones encubiertas no declaradas a Hacienda y, por lo tanto, ante un fraude fiscal. Si finalmente se demuestra que el gasto de las tarjetas 'black' oculta remuneraciones no declaradas al Fisco, entonces la entidad financiera debería haber realizado las retenciones correspondientes para ingresarlas en la Agencia Tributaria y las cuantías previsiblemente serían superiores a los 120.000 euros anuales que la ley fija como límite a partir del cual existe delito fiscal.
Como Bankia nació en 2011, entonces la nueva entidad habría cometido fraude fiscal -no delito- si no realizó las citadas retenciones en ese año y en el siguiente (2012), dado que las cantidades que debería haber ingresado en Hacienda no superarían los 120.000 euros anuales.
Si nos atenemos ahora a los directivos y consejeros que usaron las tarjetas, estamos ante un presunto fraude en el IRPF ya que, como el resto de ciudadanos, deberían haber declarado los importes al tratarse de rendimientos del trabajo y, por lo tanto, estar sujetos a la retención correspondiente. En el caso de que se apreciara apropiación indebida en los directivos ahora imputados, se habría producido un enriquecimiento injusto para los restantes, y no estaríamos ante un delito ni fraude fiscal, pero sí ante la obligación de todos los consejeros y directivos de devolver las cantidades percibidas, de acuerdo con lo establecido en el artículo 122 del Código Penal.
Sin embargo, con independencia de que se devuelva el dinero -algo exigible si se ha producido apropiación indebida- lo importante ahora es que la Fiscalía y el Ministerio de Hacienda lleguen hasta el final a la hora de investigar a todos los directivos y consejeros implicados en este escándalo, ya que lo habitual cuando se sienten cercados es que presenten declaraciones de IRPF voluntarias para eludir la correspondiente sanción. De todas formas, si ya hay directivos imputados y parte de ellos han devuelto las cantidades, no parece que el uso de las tarjetas sea una práctica tan legal como algunos nos quieren hacer ver.






                             
                               

EBOLA, Relajación, errores de protocolo, falta de medios, recortes... Diez fallos graves en el caso del ébola.

La enfermera que atendió al misionero muerto por ébola está infectada

La mujer atendió a Manuel García Viejo en el hospital Carlos III, que falleció el pasado 26 de septiembre por la enfermedad, y a Miguel Pajares, el primer español contagiado por el virus. Empezó a mostrar síntomas el 30 de septiembre, pero no acudió al hospital. 

Una auxiliar ténico-sanitaria que atendió en el hospital Carlos III de Madrid al misionero Manuel García Viejo, fallecido el pasado 25 de septiembre por ébola, ha dado positivo al virus. Anteriormente trató al religioso Miguel Pajares, el primer español infectado por esta enfermedad.
El director general de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid, Antonio Alemany, ha descartado que la auxiliar contagiada por ébola hubiese contraído el virus a través de una exposición "accidental". Ha explicado que la mujer tuvo contacto con el enfermo solo en dos ocasiones: una para la atención directa del misionero y otra tras su fallecimiento.
El director general de Sanidad ha indicado que la paciente inició unas vacaciones tras la muerte del misionero Manuel García Viejo el 25 de septiembre y que empezó a mostrar "sintomatología vaga" cinco días después. Ha manifestado que ahora hay que "abordar" cualquier contagio "susceptible", lo que están haciendo "ahora mismo" un equipo de epidemiólogos de la Comunidad de Madrid.
Preguntado por posibles contagios, Alemany ha dicho que ha contactado con los profesionales del Summa que atendieron a esta mujer y con profesionales de Alcorcón.

Primer contagio en Europa

La segunda prueba realizada a la profesional sanitaria también ha dado positivo, convirtiéndose así en el primer caso contraído en Europa, según han informado fuentes sanitarias.
La mujer, que trabaja habitualmente en el hospital Carlos III de Madrid donde tuvo contacto con el religioso fallecido, se presentó hoy en el hospital de Alcorcón al sentir que podía tener fiebre, momento en el que fue aislada y sometida a las correspondientes pruebas.
Según el protocolo, a todas las personas que están en contacto con enfermos de ébola, durante 21 días se le toma la temperatura dos veces al día para comprobar si tienen fiebre. Tras conocerse la situación, un gabinete de crisis presidido por la ministra de Sanidad, Ana Mato, se encontraba reunido esta tarde de urgencia en la sede de su departamento.
Este contagio se produce 9 días después del fallecimiento de García Viejo , quien fue repatriado de Sierra leona el pasado 21 de septiembre y fallecía 5 días después tras sufrir un "empeoramiento" dentro de la gravedad que ya mantenía, al verse afectado por una "importante deshidratación" y una afectación hepato-renal.
La historia se repetía, ya que anteriormente, el sacerdote Miguel Pajares afectado por el virus del ébola y también repatriado a España, se convertía en el primer europeo que fallecía por el virus en el continente, el pasado mes de agosto. Desde que comenzó el brote, se han registrado más de 20 posibles casos de ébola en once comunidades autónomas, y en todos ellos los análisis han dado un resultado negativo.

 

La infectada de ébola acudió con síntomas a una prueba y la dejaron irse de vacaciones

"No llegaba a 38,6 grados de fiebre", ha dicho el director de Atención Primaria de Madrid
A pesar de haber estado en contacto directo con el misionero infectado y sentir malestar, no se consideró necesario el aislamiento
La auxiliar entró dos veces en la habitación del paciente: una vez para atenderlo y otra para recoger material tras su muerte.

La auxiliar de enfermería infectada de ébola tras tratar al misionero fallecido Manuel García Viejo presentó síntomas cuatro días después de la muerte del sacerdote. El 30 de septiembre, la sanitaria tenía "sintomatología vaga", como lo ha llamado el director general de Atención Primaria de Madrid, Antonio Alemany. Según éste, "como no llegaba a 38,6 grados, que es lo que se aplica como criterio para el ébola", no se tomaron mayores medidas.

La enfermera entró en dos ocasiones en la habitación del Hospital Carlos III donde permanecía el sacerdote Manuel García Viejo. Una para atenderlo y otra para recoger material tras el fallecimiento del misionero el 25 de septiembre. Una vez terminado este servicio, se marchó de vacaciones. El 30 de ese mes se le detectaron esos síntomas de fiebre "no muy alta y astenia", en la definición de Alemany. Siguió haciendo su "vida normal" hasta el 5 de octubre, cuando fue atendida por los servicios del Summa 112 al encontrarse peor.
En ese tiempo no estuvo aislada y siguió con su "vida normal", según ha indicado el director. El gerente del hospital de La Paz, Rafael Pérez-Santamaría, ha justificado este proceder argumentando que "existe un periodo silente durante el cual no hay carga viral suficiente como para detectarse". En cambio, la misionera Juliana Bonoha, que llegó a España con pruebas negativas junto al misionero Miguel Pajares, estuvo 21 días aislada en el Hospital Carlos III para cubrir la fase de incubación de la enfermedad.
El exdirector de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Ildefonso Hernández, contrapone que "por principio de precaución, aunque los síntomas no fueran muy claros, debería haberse puesto a esta persona en aislamiento". "El umbral no es matemático", ha añadido refiriéndose a la temperatura de la sanitaria. También ha analizado que, siendo la infectada una profesional, "es de suponer que haya tomado precauciones".

Las autoridades sanitarias han manifestado que están "haciendo una lista de los contactos" que esta técnica y su marido han mantenido desde que dejó de trabajar. Aunque no han especificado dónde ha estado el matrimonio durante estos días. Sobre la manera en que contrajo la enfermedad, Sanidad no tiene aún respuestas. "Se está investigando el mecanismo". Han asegurado que no tienen "constancia de que hubiera algún accidente".
La paciente será tratada en el Hospital Carlos III. El personal del Summa 112 que atendió a los 30 sanitarios que estuvieron con el sacerdote tendrán "vigilancia epidemiológica", ha dicho Alemany. Este lunes por la noche, la Consejería de Sanidad de Madrid ha convocado a los sindicatos del sector. Allí no han podido especificar por qué se la ingresó en el hospital de Alcorcón, más allá del hecho de que sea vecina de esa localidad. "No debería haber acabado allí", especifican fuentes de esa reunión. "Eso es lo que hay que averiguar ahora, en qué está fallando la cadena", añaden.
Algunos trabajadores de la Fundación Hospital Alcorcón han contado que "no ha habido información" y se han quejado de estar enterándose de todo el asunto "por la televisión y los mensajes de móvil". La jornada ha sido de locura en este centro hospitalario, según relatan los trabajadores: "La gente de admisión quería tirar los teléfonos de la cantidad de llamadas...". Con todo, al final, la auxiliar debe ser tratada en el Carlos III, como los otros dos enfermos que vinieron a España.

La Comisión Europea (CE) ha pedido a España que aclare lo ocurrido en el caso de contagio por ébola de la auxiliar de enfermería que atendió a los misioneros Manuel García Viejo y Miguel Pajares, según informó un portavoz comunitario. El Ejecutivo comunitario ha convocado para este miércoles una reunión especial de expertos de los Veintiocho, informó la misma fuente.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2258722/0/ebola-minuto-a-minuto/cronologia-directo-crisis/contagio-espana/?%3F%3F#xtor=AD-15&xts=467263
a Comisión Europea (CE) ha pedido a España que aclare lo ocurrido en el caso de contagio por ébola de la auxiliar de enfermería que atendió a los misioneros Manuel García Viejo y Miguel Pajares, según informó un portavoz comunitario. El Ejecutivo comunitario ha convocado para este miércoles una reunión especial de expertos de los Veintiocho, informó la misma fuente.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2258722/0/ebola-minuto-a-minuto/cronologia-directo-crisis/contagio-espana/?%3F%3F#xtor=AD-15&xts=467263
a Comisión Europea (CE) ha pedido a España que aclare lo ocurrido en el caso de contagio por ébola de la auxiliar de enfermería que atendió a los misioneros Manuel García Viejo y Miguel Pajares, según informó un portavoz comunitario. El Ejecutivo comunitario ha convocado para este miércoles una reunión especial de expertos de los Veintiocho, informó la misma fuente.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2258722/0/ebola-minuto-a-minuto/cronologia-directo-crisis/contagio-espana/?%3F%3F#xtor=AD-15&xts=467263
a Comisión Europea (CE) ha pedido a España que aclare lo ocurrido en el caso de contagio por ébola de la auxiliar de enfermería que atendió a los misioneros Manuel García Viejo y Miguel Pajares, según informó un portavoz comunitario. El Ejecutivo comunitario ha convocado para este miércoles una reunión especial de expertos de los Veintiocho, informó la misma fuente.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2258722/0/ebola-minuto-a-minuto/cronologia-directo-crisis/contagio-espana/?%3F%3F#xtor=AD-15&xts=467263
El Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, ha insistido en que la auxiliar de enfermería contagiada de ébola "ocultó" información relevante sobre lo sucedido al no informar de que pudo haber un error en el cumplimiento del protocolo al producirse un posible contacto del guante con su cara. "Hay información que ha ocultado, ella no dijo nada cuando llamó (al Carlos III) de que podría haberse producido ese contacto porque si lo hubiera dicho el primer día se hubieran tomado otras medidas", ha explicado Rodríguez en una entrevista en la SER.
El responsable autonómico ha reconocido que las declaraciones realizadas ayer en las que acusaba a la auxiliar de enfermería de mentir no fueron "afortunadas" pero ha reiterado que la enferma "no ha dado toda la información que tenía". En este sentido, el consejero ha recordado que "el protocolo dice que hay que alarmarse cuando la fiebre es superior a los 38,6 grados, si no se ha producido un error se considera de bajo riesgo. Si ella hubiese dicho que se había producido ese contacto el resultado hubiese sido distinto y no lo había dicho nunca".
Para Rodríguez lo que "está claro es que ella ocultó información no se con qué objeto pero hasta ahora no contó esa posibilidad". Asimismo, se mostró convencido de que "algo ha pasado porque si no fuese así, no se hubiese contaminado y eso se puede garantizar".
Ha hecho hincapié además en el cumplimiento "escrupuloso" del protocolo que "es una normativa que se aplica en todos los países y que dice que hay que tomar la temperatura dos veces al día y sospechar si se pasa de los 38,6 grados".
En cuanto a la posibilidad de asumir responsabilidades en el caso de que se demuestre que hubo errores por parte de los responsables sanitarios y políticos, se ha mostrado dispuesto a hacerlo. "Si tengo que dimitir dimitiría, yo llegué a la política comido y bien comido y no tengo ningún apego al cargo. Soy médico y afortunadamente tengo mi vida resuelta", ha concluido el consejero.
Ha precisado, no obstante, que "si de todos los errores que se cometen en Madrid el responsable es la Comunidad se estaría cambiando continuamente de administración; las personas cometen errores y muchos pacientes tienen enfermedades contagiosas y el médico las tiene que tratar".



La verdad es no esperaba ni remotamente que la carta que mandé ayer sobre el ébola y las medidas de protección que utilizamos en Sierra leona fuera a tener tanta repercusión, pero en el fondo me alegra la respuesta. Pienso que demuestra el interés por parte de la gente por ver las cosas desde otro punto de vista. He recibido muchos correos y comentarios, muchísimos, en serio, la mayoría de apoyo a la labor que hacemos y agradeciendo que explicara las cosas de otra manera. También hay algunos no tan amistosos acusándome de querer aprovechar la coyuntura para subirme al carro (¿?) y hacer leña del árbol caído. La verdad es que desde siempre respeto a todo el mundo y todas las opiniones. Creo que tengo una mente abierta gracias en parte a los más de 20 años que llevo trabajando en ayuda humanitaria de emergencia en más de 20 países. Conocer tantas culturas y gentes diferentes enriquece y te abre la mente en canal. Mi única intención ayer era explicar lo que aquí, donde está la enfermedad en toda su amplitud, hacemos para luchar y protegernos contra ella.

No entro en política, no juzgo si se debía o no trasladar a los enfermos a España, no sé nada de la historia del perro que ha sido sacrificado, no sé si está bien o mal, no quiero entrar en esas polémicas, lo único que puedo decir es que aquí en Sierra Leona no se sacrifica a los animales de las personas infectadas. Quizás son razones culturales o de economía doméstica. He comentado el tema con compañeros de la OMS (Organización Mundial de la Salud) y me dicen que no hay reglas ni protocolos que obliguen a ello, a no ser que se demuestre que el animal está infectado, pero quizás en España la normativa de Salud Pública obliga a ello.
No pensaba escribir más ni seguir con el tema, pero he leído una carta de mi colega Juan Manuel Parra, el médico que atendió de urgencia a Teresa, y creo que es un valiente de verdad y quiero darle ánimos y mandarle todo mi apoyo.

Cuando he leído tu carta no me podía creer lo que contabas, no daba crédito a tantas "infracciones o descuidos" en las medidas y protocolos estándar de protección y aislamiento. No voy a meterme en el juego de ir uno por uno criticando, intento ser constructivo, aunque algunos piensen que me aprovecho de la situación. Solo te voy a decir lo que hacemos aquí, y voy a adjuntar un diagrama del centro de aislamiento que hemos montado en Bo, la segunda ciudad del país, como ya mencionaba ayer.
Cualquier unidad sanitaria que esté dedicada a recibir o tratar enfermos de ébola, ya sean sospechosos, probables o confirmados (son las tres categorías que manejamos) dentro o fuera de una estructura sanitaria mayor (por ejemplo, dentro de un hospital), sigue obligatoriamente unas reglas en relación con la infraestructura, el flujo de personas y el personal que trabaja en ella.
Se establecen claramente dos zonas, de bajo y alto riesgo, totalmente aisladas del resto de la estructura sanitaria. En las zonas de alto riesgo, se ingresa a los pacientes en diferentes salas, según son sospechosos, probables o confirmados. Y es donde se realiza la toma de muestras. Las extracciones de sangre para los tests se realizan en la zona de alto riesgo por personal cualificado y debidamente protegido, y son trasladadas al laboratorio bajo estrictas medidas de aislamiento y seguridad, siguiendo protocolos de la OMS y CDC (Centro de Enfermedades Transmisibles de Atlanta).
Todo lo que se utiliza en las zonas de alto riesgo (material médico, trajes de protección, vasijas y recipientes de plástico, etc.) que no pueda ser debidamente lavado y desinfectado (como los pijamas sanitarios que utiliza el personal, las botas de goma, las gafas -googles-, delantales y guantes de caucho, etc.) se destruye en la misma zona de aislamiento: nada, absolutamente nada, sale de la unidad.
No está permitido el acceso, ni siquiera en la zona de bajo riesgo, si no es personal del mismo o debidamente autorizado. Nadie, absolutamente nadie, entra en la zona de alto riesgo sin llevar correctamente colocado (supervisado por un compañero) el traje de protección (nivel 4) y nadie sale de la zona de alto riesgo sin seguir estrictamente el protocolo y las medidas y reglas (por riguroso orden) que hay que seguir y que son supervisadas por dos técnicos, uno que está continuamente desinfectando con espray de agua clorada y otro que está solo para recordar las reglas y el orden, a todo el mundo, incluso a los que entran todos los días 2 o 3 veces.
Creo, Dr. Parra, por lo que relata en su informe, que muchas de estas normas y protocolos que aquí seguimos no se cumplieron en el centro donde usted trató a la paciente. Es usted un valiente por contarlo y por aceptar voluntariamente la posibilidad de estar infectado, y tiene todo mi respeto y admiración. Muchas personas, incluidos colegas, deberían tener su valor y aceptar errores (si los hubo) para empezar a buscar soluciones (si se necesitan).

Quiero aprovechar este medio para hacer un comentario sobre algo que he leído hoy y que todavía no acabo de creerme. He leído que el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid (no me molesto en poner su nombre) se permite la licencia de hacer un chascarrillo sobre si para colocarse un traje hay que hacer un máster. Discúlpeme usted, caballero, pero ni es gracioso ni oportuno, ni mucho menos ayuda para nada al problema. Es cierto, nosotros, que nos colocamos el traje, no hemos hecho un máster. Porque es verdad, no es necesario. Quizás para ser consejero de Sanidad sí es necesario, pero ya he explicado que no es una cosa sencilla y banal como da a entender, y mucho menos depende de la capacidad de aprendizaje.

Sr. consejero, está usted fuera, muy fuera, a muchos pueblos de distancia de la realidad. Lo menos que puede hacer es pedir perdón, porque ofende a mis colegas (ignoro si usted lo es) y se permite hacer juicios e ironías jocosas cuando la vida de una (o más) personas está en juego. ¿Va usted a dormir más tranquilo pensando que Teresa mintió y que los trajes de protección (PPE) son solo para listos? Como decía mi admirado Jose Mota, "va usted a la....."


El Gobierno rechazó el ‘plan B’ del Ejército para asumir la crisis del ébola con sus expertos NBQ


El Gobierno rechazó el ‘plan B’ del Ejército para asumir la crisis del ébola con sus expertos NBQ

Críticas: se rompió la cadena de aislamiento, utilización de personal no entrenado, se mandó a casa a personas que estuvieron con el enfermo. Propuso montar un hospital de campaña en Torrejón y fue descartado
La investigación sobre la cadena de errores que llevaron al contagio de ébola de la enfermera Teresa Romero ha puesto al descubierto otra novedad: el Gobierno dispuso de un ‘plan B’ ofrecido por el Ejército y no lo aceptó. Una alternativa que, según los expertos en NBQ, habría garantizado un “protocolo blindado” que garantizaba el ‘riesgo cero’ de que el virus fuera trasmitido a personas.


Fuentes militares expertas en materia NBQ (nuclear, bacteriológico, químico), a las que ha tenido acceso El Confidencia Digital, revelan que desde el Ejército se planteó al Gobierno desechó que fueran efectivos de las Fuerzas Armadas, especialmente entrenados y cualificados internacionalmente, quienes gestionaran el tratamiento a los dos religiosos repatriados infectados de ébola. Sin embargo, la propuesta resultó rechazada y se decidió que el ministerio de Sanidad se hiciera cargo del asunto.

Reunión de expertos en bioseguridad

Las fuentes consultadas relatan que, en los primeros días de agosto, se produjo una reunión por videoconferencia entre representantes de los ministerios de Sanidad, Defensa e Interior y de la Agencia Española de Cooperación Internacional. Se contó con la aportación de expertos en materia bioseguridad, entre ellos, militares.
En esa 'cumbre' quedó cerrado el protocolo para la repatriación y tratamiento de Miguel Pajares, el primero de los misioneros infectados por el virus durante su estancia en Liberia.
Tras adoptar primero la decisión de retornarlo a España, se pusieron sobre la mesa las posibilidades de actuación una vez el paciente estuviese en territorio nacional.
El Gobierno decidió que fuese el ministerio de Sanidad quien tomara el control de la operación, y quien, por tanto, se haría cargo del ingreso y tratamiento del paciente en un hospital de referencia en Madrid.
Pese a que el Carlos III, el centro especializado en enfermedades tropicales, no estaba habilitado al cien por cien, las autoridades sanitarias civiles confirmaron en ese encuentro que los medios técnicos y humanos estarían disponibles en ese hospital antes de la llegada del ‘paciente cero’.

Se desechó la opción militar

En esa reunión, responsables de Defensa pusieron sobre la mesa un ‘plan B’: que fueran  expertos militares en materia NBQ se ocuparan del caso, con sus propios protocolos de actuación, y movilizando para ello medios y efectivos de la Escuela Militar de Defensa NBQ (Hoyo del Manzanares, Madrid), de la Unidad Militar de Emergencias (con base en Torrejón), del Regimiento NBQR 'Valencia' Nº 1, y de la Unidad de Apoyo Logístico Sanitario
Se trata, explican a ECD las fuentes militares, de las unidades más preparadas a nivel nacional ante este tipo de amenaza.
La propuesta, por causas desconocidas para ECD, fue rechazada.

Un protocolo “mil veces ensayado”

Sin embargo, sí se aprobó que fuera la Unidad Médica de Aeroevacuacióndel Ejército del Aire (UMAER) la que, con aviones del Grupo 45, procediera a rescatar al misionero en Liberia, y lo mismo se aplicó con el segundo desde Sierra Leona.
Esta decisión, relatan las fuentes consultadas, se tomó al ser la UMAER la única unidad capaz de llevar a cabo esta misión en máximas condiciones de seguridad. De hecho, añaden, el Ejército del Aire tiene un protocolo “mil veces ensayado” desde hace décadas para tratar casos similares. En esta ocasión sólo hizo falta adaptar ciertos aspectos del manual al caso del ébola.
“El protocolo de seguridad en el traslado no se rompió en ningún momento, a la vista está que no hay ningún miembro de la UMAER o del Grupo 45 contagiados. Y eso que el traslado supone tener contacto durante horas con un enfermo altamente contagioso, primero por carretera y después por aire, en un espacio muy reducido. Todos los movimientos del equipo médico estuvieron supervisados por un teniente coronel de la Unidad”, explican fuentes militares que conocen de cerca la operación.
De hecho, cuando el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, Fernando García Sánchez, fue preguntado por el operativo contra el ébola, se limitó a decir que los militares habían “cumplido el protocolo”.

“Si haces eso, estás muerto”

Sobre las normas a la hora de colocarse el traje de protección, un militar con amplia experiencia explica que es necesario “ponérselo y quitárselo cientos de veces antes” para aprender a hacerlo en condiciones de seguridad.
“Mientras aprendes a hacerlo, tienes un mando detrás dándote una colleja cada vez que cometes un error. Te dice: ‘Si haces eso en un caso real, ya estarías muerto’. Un curso teórico de unas horas no es, ni mucho menos, suficiente” concluye. "Y aún así es necesaria la ayuda de dos personas para ponérselo o quitárselo”.
Otras fuentes explican que el personal militar dedicado a la lucha NBQ “está especialmente instruido para soportar las duras condiciones físicas, y sobre todo psicológicas, que suponen el uso prolongado delEPI (el traje de protección).
El personal militar llega a realizar simulacros y maniobras en los que hay que llevarlos puestos “durante 8 horas casi ininterrumpidas. Y tras ellas debes quitártelo y desinfectarlo mientras te mueres de ganas por rascarte o te cae el sudor por la cara”.

Fallo principal: la ausencia de aislamiento

Uno de los principales errores que destacan los expertos militares consultados por El Confidencial Digital son los fallos en la cadena de observación que debe aplicarse a todos los sanitarios y personal que entre en contacto con los enfermos del virus.
Los manuales NBQ que utilizan las unidades españolas especializadas incluyen entre sus prioridades las denominadas “contramedidas sanitarias”: una escrupulosa aplicación de precauciones higiénicas entre el personal que entra en contacto con agentes infecciosos.
Entre las medidas que se indican se encuentra el ROM (Restriction Of Movement, restricción de movimiento) de todos aquellos efectivos que puedan haber tenido un contacto directo o accidental con el virus.
Se aplica una plan de vigilancia máxima durante un largo periodo de tiempo, que incluye pruebas médicas cada 48 horaspara detectar si existen indicios de contagio entre el personal. Pruebas a las que han sido sometidos –y continúan haciéndolo- los miembros de la UMAER que participaron en las dos repatriaciones.
A ningún mando se le ocurriría mandar a su casa, con su familia, a un militar que ha estado en contacto con material químico o biológico potencialmente letal”, afirman las fuentes militares consultadas
Un hospital de campaña en Torrejón con protección NBQ
Una de las opciones que se barajó entre Defensa y el Estado Mayor, en el caso de que el Gobierno encargase a los militares hacerse cargo de los dos religiosos infectados, era la instalación de un hospital de campaña con protección NBQ en la base de Torrejón, para iniciar allí el tratamiento, en espera de una mejora y un posible traslado a otras instalaciones.
Otra posibilidad estudiada también fue el traslado a otra instalación militar preparada, e incluso que los enfermos fuesen tratados en Paterna (Valencia), sede del Regimiento RNBQ Nº1.
“En cualquiera de estos casos se habrían reducido considerablemente los riesgos de exposición, al no tener que introducir a un ‘paciente cero’ en una instalación sanitaria civil” explican los expertos militares.

Materiales adecuados a la amenaza

Las fuentes a las que ha tenido acceso ECD destacan también que las unidades especializadas en NBQ de las Fuerzas Armadas disponen de estaciones avanzadas de descontaminación, duchas químicas, y equipos de protección individual (EPIS) de alta protección.
Incluyen máscaras con cartuchos filtrantes HEPA, capaces de impedir el paso a partículas de hasta a 0,06 micrómetros (el virus del ébola tiene un tamaño de 0,1 micrómetros de largo y  0,08 de diámetro).
De hecho, todo este material, así como los procedimientos, han de superar profundas revisionesy exámenes periódicos por parte de la OTAN. Y lo logran. “Es difícil que, tras uno de esos exámenes, los inspectores internacionales no pongan alguna pega, algo que se pueda mejorar. Lo que se busca es la excelencia”.
El Confidencial Digital desvelaba en 2008 una advertencia de la OTAN a las unidades NBQ españolas, en las que ponían en entredicho la efectividad “limitada” de los trajes de protección militares. Poco después, el problema se superó con la adquisición de material más moderno.



Un operario se quita el mono de protección en plena calle tras limpiar el piso de...






Los vecinos de la urbanización en la que vive la enfermera contagiada han captado cómo uno de los operarios que ha limpiado la casa de Teresa se quita el mono al salir del portal y sin tomar ninguna precaución.






Ayer vimos que los protocolos son seguros. Aquí vemos como la furgoneta que trasladaba el cuerpo de Excalibur ya sacrificado (del que no se sabrá si estaba contagiado) estaba acorazada con bolsas de basura en las ventanas. El chofer y el copiloto, en manga corta y con una mascarita de 1 euro.
T O D O B I E N , E I N N ? ? ?


mi raton